jueves, 26 de abril de 2012

Armenia y una deuda histórica


Monumento al Genocidio en Tsitsernakaberd,
Ereván, República de Armenia
 
Por Matías Calviño

Hace 97 años, el pueblo armenio se vio envuelto en una feroz persecución que se cobró la vida de alrededor de 1.500.000 personas. El entonces Imperio Otomano, que participaba de la Primera Guerra Mundial junto a las potencias de Austria-Hungría y Alemania, decidió librar una limpieza étnica en busca de deshacerse  de una nación que obstruía su objetivo panturquista.

El 24 de abril de 1915 es la fecha tomada como inicio de lo que se dio a conocer como el genocidio armenio, cuando el Partido de los Jóvenes Turcos, a cargo del gobierno del Imperio, hizo detener a religiosos, intelectuales y políticos armenios que luego fueron condenados a muerte tras falsos enjuiciamientos. Aquel episodio fue el primero de una serie que incluyó ejecuciones, exilios forzosos y extensas marchas por el desierto sirio, entre otros.

En Buenos Aires, como todos los años, la comunidad armenia conmemoró el nuevo aniversario mediante una ceremonia religiosa llevada a cabo en la Catedral San Gregorio El Iluminador, frente al Centro Armenio sobre la calle Armenia en el barrio de Palermo.

“Como todos los años celebramos una misa y responso. La gente viene a la Iglesia, no solamente para rezar por el alma de los mártires, sino también a orar para nosotros mismos, para mantener la identidad, que es lo más importante desde el punto de vista mío”, expresó el Arzobispo de la Iglesia Apostólica Armenia para Argentina y Chile Kissag Mouradian.

Además, Mouradian le contó a Hechos con Derechos su visión sobre el estado actual de un conflicto sin resolver y sus expectativas en torno al mismo. “Al recordar un millón y medio no estamos pretendiendo que vuelvan a la vida, porque eso es imposible; pensar que Turquía alguna vez lo va a reconocer, es utópico; y pensar que algún día vamos a recuperar los territorios es un sueño. Pero es un sueño que no mantiene vivos”, compartió el Arzobispo.

“No podemos perder la identidad. Podemos perder el territorio, el idioma o costumbres, pero lo esencial es sentirnos que somos hijos de un pueblo que ha dado tantos mártires. Somos armenios. En primer lugar mantener la identidad para sentirnos lo que somos y lo que es nuestro derecho. No es una obligación es un derecho que nos corresponde”, afirmó Mouradian.

El clérigo no duda en afirmar que Turquía tiene una deuda histórica con el pueblo armenio, pero le cuesta creer que algún día esta será saldada, ya que ello significaría la cesión de territorios.

“La aceptación significa asumir que nos echaron de nuestra casa y la ocuparon, y que por lo tanto esa casa no les corresponde y tienen que devolverla. Por lo tanto lo más fácil es negar lo que sucedió. Esa es la lógica que está ocurriendo. La verdad es que echaron a los armenios de su patria histórica”, acusó Mouradian.

Aunque siempre resaltó la necesidad de que las reparaciones surjan mediante el diálogo y la diplomacia, a las que calificó como las únicas vías posibles de solución pacífica. “Cada parte deberá resignar una porción de lo que reclama, mucho ellos poco nosotros o poco ellos mucho nosotros. Pero lo que sí es cierto es que el pueblo armenio ya ha perdido demasiado”, concluyó.

El bastón verde, elemento contra la discriminación


Por Gabriel Perelman


Cualquiera que viera a una persona con anteojos leyendo el diario y a la vez cargando un bastón blanco, pensaría que es un mentiroso, embustero o farsante. Perla Catherine Mayo, descubrió que era muy probable que sucediera, y decidió buscar una solución.

“La existencia del bastón verde involucra tanto al que sufre baja visión como a la sociedad entera", explica su creadora,  quien logró que en 2002 se sancionara la ley 25.682 , que exige su uso como instrumento de orientación y movilidad para las personas con baja visión.

El paciente Mario Diaz, de 36 años explica: “Sentía que era el único en el planeta que tenía este problema. Pensaba que sólo yo no era ni vidente, ni ciego. Cuando me decían que use el bastón blanco, me negaba completamente: yo no era ciego. Yo no soy ciego”.

La necesidad de tener un elemento que los identificara por lo que eran, algo que significara y tradujera su real situación, llevó a la profesora Mayo a buscar una solución, simple y sencilla: pintar un bastón blanco de verde.

“Este objeto hace que quien debe usarlo, acepte su condición y se sienta integrado a un grupo de pertenencia, mientras que el resto de las personas los reconoce y diferencia de los ciegos”, analiza la especialista.

Según una investigación realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2011 , de la población mundial, alrededor de 39 millones de personas son ciegas y casi 246 millones presentan baja visión.

Existen diversos tratamientos para combatirla, que van desde lentes o sistemas de lentes que se pueden adaptar en gafas o utilizarse manualmente, filtros especiales para reducir el deslumbramiento y mejorar la iluminación y el contraste de los objetos, hasta lupas televisivas que permiten aumentar el tamaño del texto hasta cuarenta veces en una pantalla de un monitor de televisión (como el que se ve en el video).



miércoles, 25 de abril de 2012


Proyecto cultural de Madres de Plaza de Mayo



 Por María Zentner
El 31 de enero de 2008, la Asociación Madres dePlaza de Mayo creó el Espacio Cultural Nuestros Hijos en el marco del Museo de la Memoria, allí donde funcionó el mayor campo de tortura y desaparición durante la última dictadura militar, y que, desde el 3 de octubre de 2007, fue cedido por el gobierno nacional a diferentes organismos para la conformación de un "Espacio para la Memoria y la promoción de los Derechos Humanos".
         En el ECuNhi se le da importancia al arte como herramienta para desarrollar políticas de modificación cultural y se pone en práctica el ejercicio de uno de los derechos humanos menos difundidos, pero que es mencionado en el artículo 22 de la Declaración de los Derechos del Hombre, que es el derecho a la cultura.
La idea, relata Liliana Szwarcer, coordinadora de la parte de comunicación del centro, fue muy clara desde el inicio: “En este edificio donde aparentemente se enseñaba a trabajar sobre motores de barcos, lo que realmente se enseñaba la era cosmovisión y los valores de la destrucción, y eso es lo que queremos subvertir creando un lugar de aprendizaje, belleza, creación y arte. Abierto, irrestricto, renovador y desafiante”.
Andrés Martínez trabaja junto a Liliana en la oficina de comunicación. Para él, “es importante entender la cultura como derecho humano, y los derechos humanos como parte de la cultura”. El desafío reside en abordar el arte como transformador social, transformador de realidades objetivas e individuales. Apropiarse del lugar a través del arte y darle un nuevo significado.
Para ese fin, fue convocada la cantante Teresa Parodi, directora del Espacio, quien fue la encargada de formar un equipo y ponerlo en funcionamiento.

Talleres, cursos y programas sociales


El trabajo en el centro cultural se divide entre los talleres artísticos tradicionales divididos en cuatro áreas: artes visuales, letras, música y teatro, y dos “pilares distintivos” de la institución que son el Proyecto Educativo Bicentenario (Proebi) y los talleres de arte para adultos mayores.
El primero es apuntado a la población educativa, desde niños de dos años hasta profesores y maestros, y se lleva a cabo en convenio con el Ministerio de Educación de la Nación.
Szwarcer explica que en él se trata de “educar a propósito de la memoria y ejercitar lo que llamamos memoria fértil: mirar para atrás para mirar para adelante. Pero se trabaja con el objetivo de llegar a esa concepción de la memoria a través del arte. Un concepto claro y trabajado para distintos niveles”. Del programa ya participaron 120 escuelas.
Los talleres de arte para adultos mayores son cogestionados con el PAMI y el Ministerio de Desarrollo Social e intentan brindar un lugar diferente donde pueda trabajar el presente una parte de la sociedad que tiene muy pocas ofertas más allá de los clubes de barrio, los centros de jubilados, y los hogares. Son, para Liliana, un gran logro del ECuNHi, ya que pueden ver los avances de personas que exprimen al máximo la oportunidad, y que, en el desafío del arte encuentran un cambio, una razón y una compañía.
El Espacio también cuenta con una enorme sala para conciertos, recitales u obras teatrales y una galería de arte donde se exponen obras e instalaciones de diferentes artistas.
Todos los que venimos a trabajar acá, ya sea educando o siendo educados, estamos atravesados por la naturaleza del lugar en el que estamos. Es imposible separarlo”, reflexiona Liliana. 
Las Madres tienen la enorme capacidad transformadora, el afán por dar vuelta el signo y esa fuerza arrolladora generada por el dolor y resignificada en ese anhelo por devolver a la sociedad aquello que a ellas les fue negado multiplicado por mil. La cultura no podía quedar afuera del proyecto.
                                                                    

jueves, 12 de abril de 2012

Presentación

Los derechos humanos han sido el objeto de las luchas más importantes del siglo XX. Recién en esta época fueron reconocidos como un conjunto de derechos universales, inherentes a todas las personas que vivan y que vivirán en la tierra, irrevocables, irrenunciables, intransferibles y, sobre todo, inalienables. Algo que parece tan evidente y elemental como el respeto por la vida en los conjuntos y en los individuos fue sistemáticamente violado a lo largo de todos los siglos de la historia humana.
Son los derechos que deberían garantizar la libertad y la igualdad, y que deberían regular la eterna e insuperable tensión que existe entre ambos conceptos. En la declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano, Libertad e Igualdad surgen como una génesis interesada de los derechos que hoy conocemos, pero para entender aquella concepción del derecho no podemos olvidar mencionar que Olympe de Gouges fue guillotinada días después de declarar los Derechos de la Mujer y la Ciudadana. Aún hoy, el derecho está sujeto a las interpretaciones, ¿o acaso no podría alguien decir que el capitalismo viola los derechos humanos al garantizar la desigualdad?
El 10 de diciembre de 1948, la asamblea general de las naciones unidas, un organismo creado para “velar por la paz en el mundo” tras el genocidio perpetrado por el Nazismo, aprobó los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero siguieron siendo violados, por ejemplo, en nuestro país.
Argentina se ha convertido en un ejemplo de la lucha por los Derechos Humanos desde el regreso de la democracia. La Conadep, los juicios a las juntas y a los militares y las luchas incansables de  la Madres y Abuelas de Plaza de Mayo han sido emblemas de la memoria, la verdad y la justicia en todo el mundo.
En este contexto nos ubicamos para escribir en este espacio en donde analizaremos periodísticamente cuál es la situación actual de esta lucha y cómo es influenciada. Quiénes son los que levantan estas banderas pero también quienes se desentienden de ellas.