miércoles, 11 de julio de 2012


Libertad Virtual

Por Félix Valiente




  En una resolución histórica en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reconoció por primera vez el derecho a la libertad de expresión en Internet, además acordó que este derecho debe ser protegido y que el acceso a la red también debe ser garantizado.

   En este hecho sin precedentes, se equipará la importancia y promoción de los derechos humanos en el plano físico con el ámbito digital. En el acuerdo, firmado por 47 estados, se reconoce la naturaleza mundial y abierta de Internet como fuerza impulsora de la aceleración de los progresos hacia el desarrollo en sus distintas formas.

   Pero en un mundo como el nuestro lleno de paradojas, llama la atención que uno de los países que firma el programa es China, uno de los países que más filtran y censuran la red.




   Por eso hay grandes retos en esta materia, el poder de Internet sigue creciendo y expandiéndose, es una tecnología que llegó para quedarse y es pieza clave para el desarrollo de las naciones. Bajo este contexto, es importante sumar y no restar. Dar pasos hacia delante y estimular el libre flujo de ideas en la red. Pero ese beneficio debe ser incluyente, es necesario que las bondades cibernéticas lleguen a más sectores, hay que acabar con la brecha digital.

   Además del acuerdo firmado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, hay más fuerzas que se suman a la defensa de la libertad de expresión en Internet. Hace unos días, una coalición de grupos defensores de la libertad en la red entre los que se encuentran la Fundación Mozilla, Reddit y la Electronic Frontier Foundation, lanzaron la Declaración de la Libertad de Internet, una propuesta a la que se puede sumar cualquier ciudadano del mundo.

   Este movimiento se rige por 5 principios básicos: expresión, apertura, acceso, innovación y privacidad, mismos que son promovidos por ciudadanos, decenas de organizaciones, activistas y pensadores del mundo digital.

   Una de las premisas básicas de esta propuesta es mantener Internet como una red abierta donde todo el mundo es libre de conectarse, comunicarse, escribir, leer, ver, hablar, escuchar, aprender, crear e innovar.

   En Argentina, lo anterior nos suena normal, así navegamos en Internet, con libertad. Lamentablemente en algunas naciones hay restricciones que no solo afectan a sus cibernautas, también a nosotros porque quedamos aislados de ellos en el plano digital, lo que impide el intercambio cultural en la red.

Además de las limitaciones web en China y Oriente Medio, ya hemos analizado otras propuestas amenazantes como SOPA o CISPA, pero no importan las latitudes, en el Reino Unido, una ley permitiría el monitoreo de toda comunicación entre usuarios en la red.




¿Está de acuerdo con la Ley SOPA?

No
Ns/Nc





Lo importante es no caer en los extremos, no confundir libertad con libertinaje. Ejercer nuestros derechos como cibernautas es válido, ya lo dijo la ONU, pero no por ello pasaremos encima de los derechos de otros.





martes, 10 de julio de 2012

La despenalización, la legalización y el derecho a la privacidad

Por Lautaro Dayan

MMM BA 2012
(Foto: Leo Bompino, Flikr)

La despenalización del consumo de marihuana es uno de los debates que el año pasado quedó relegado por las elecciones nacionales. Actualmente, las comisiones Prevención de las Adicciones y Control del Narcotráfico y de Legislación Penal de la Cámara de Diputados se encuentran discutiendo las condiciones para la votación de la nueva ley. Mientras tanto, la sancionada en 1989 obstruye la persecución del narcotráfico al enfocarse en la detención de los consumidores.
Según la diputada de Libres del Sur, Victoria Donda Pérez que insiste todos los años con proyectos para despenalización, de las 12.000 causas que se abren por año en todo el país, más del 70 por ciento son consumidores por tenencia simple y sólo el 1 por ciento es por narcotráfico. La lógica que exhibe esta estadística es que, para la Justicia, la amenaza para la sociedad reside en los fumadores y no en los distribuidores, exactamente al revés que como pareciera ser dadas las redes de narcotráfico que, evidentemente, no sufren mayor persecución.



A fines de marzo de este año, el senador Anibal Fernández realizó una conferencia para proponer la reforma de la ley de estupefacientes. Allí expuso los argumentos principales a favor de la despenalización del consumo de marihuana y determinó los lineamientos generales dentro de los cuales se desarrollará el debate en el congreso, que comenzó en la cámara de diputados y que aún espera por ser tratado en el recinto.
Los primeros usos de la planta de cannabis datan del III milenio AC. Fue utilizada a lo largo de la historia en rituales religiosos, para fortalecer construcciones con el tallo de la planta, para elaborar papel y con objetivos medicinales. Todavía no era “la droga que introduce a las demás drogas”, como tratan de instalar quienes no están de acuerdo con la despenalización. Era, al igual que ahora, una planta, como todas, del mundo vegetal y pasaron cuatro mil novecientos años hasta que prohibieron su cultivo en los Estados Unidos primero y posteriormente en el resto del mundo.
Existen dos ejes que deben atravesar todas las discusiones serias sobre la despenalización o no del consumo de marihuana: en primer lugar sus atribuciones medicinales y, en segundo orden, la situación legal y penal. Respecto a lo primero, hay que decir que no hay registro de que ni siquiera una persona haya muerto por sobredosis de marihuana. Sí hay numerosos estudios que indican que alivia los síntomas de la esclerosis múltiple, devuelve el apetito a quienes sufren algunos tipos de cáncer y ayuda a superar cuadros psicológicos como el insomnio y la depresión.
En cuanto al segundo eje, la ley sancionada en 1989 que continúa vigente viola el artículo 19 de la constitución nacional según el cual todos los actos privados de los individuos que no afecten a terceros quedan exentos de la autoridad de los magistrados. También viola el principio de inocencia de los imputados dado que a pesar de haber sido detenidos con pequeñas cantidades de marihuana, deben probar que estaba destinada al consumo y no al comercio. . 8.000 personas son detenidas por año por culpa de esta incongruencia señalada hasta el cansancio por el ministro de la corte suprema, Eugenio Zaffaroni.
Al ser el conflicto por las drogas un problema de carácter internacional que se extiende por sobre las fronteras políticas de casi todos los países del mundo, en América Latina está siendo tratado en conjunto por los paíeses pertenecientes a los distintos organismos multilaterales. En Uruguay, por ejemplo, José "Pepe" Mujica ha propuesto que el Estado se hiciera cargo de la producción de marihuana con tal de desarticular el narcotráfico satisfaciendo la demanda.


Todo indica que más allá de la lucha de intereses que representa este debate, no es la persecución de los consumidores la solución del narcotráfico ni en Argentina ni en ninguna parte del mundo. Este contexto sociopolítico en el cual los derechos individuales sociales, civiles y políticos parecieran florecer mediante leyes como la del matrimonio igualitario o la de identidad de género, es el más adecuado para discutir una nueva ley de drogas en el Congreso Nacional.

MMM BA 2012
(Foto: Leo Bompino, Flikr)


domingo, 1 de julio de 2012


Grabación del primer CD del taller de coro de la U3




Las internas del CRD en plena grabación del disco
El viernes 29 de junio, las internas que integran el taller de coro que funciona en el Centro de Rehabilitación de Drogadependencia (CRD) del Instituto Correccional para Mujeres Unidad 3, en Ezeiza, participaron de la grabación del primer CD producido íntegramente en un centro penitenciario en la Argentina. El proyecto servirá para documentar y testimoniar el progreso del taller que ya lleva cuatro años de trabajo. Catorce internas, bajo la dirección del Maestro Javier Zentner, les pusieron alma y voz a temas de artistas populares como Charly García, Alejandro Lerner, Patricia Sosa, o Los Nocheros, entre otros.






   El taller de coro forma parte del Programa Arte en las Cárceles, mediante el cual se intenta garantizar el ejercicio del derecho a la cultura mencionado en los artículos 26 y 27 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre


    Zentner explica que la actividad trata de "ofrecer a las internas un espacio para el reencuentro con la propia voz, punto inicial de cualquier forma expresiva, y también sumar la posibilidad del 'efecto coro': una cantidad de prácticas conectadas a la actividad coral que implican el ejercicio personal ligado al funcionamiento en conjunto. Con la confianza en que muchos de los descubrimientos y aprendizajes que allí se experimentan sean aplicables en otras áreas del quehacer social".
Durante el ensayo previo a la grabación
    El Programa Arte en las Cárceles es una iniciativa de la Secretaría de Cultura de la Nación que, desde 2010, funciona bajo el paraguas del Programa Nacional de Políticas Culturales en Espacios Penitenciarios y Post-Penitenciarios que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Su ex-coordinador, Diego Urribarri aclara que se trata de un programa sin antecedentes a nivel mundial ya que, por primera vez, involucra una política estatal que trasciende a la gestión de turno, lo cual permite aplicar planes a mayor plazo.
    Lo más innovador y revolucionario del programa es que el Estado primero reconoce a los derechos culturales como derechos humanos y desde ese momento obliga a que su ejercicio en penales y cárceles sea respetado. Estipula que la cultura, entendida como campo simbólico que nos determina como sujetos, debe servir como alternativa a la lógica carcelaria. El arte es tomado como la resultante del proceso cultural y es utilizado para alejar a los presos de la imagen que se crean de ellos mismos al vivir dentro de una prisión. "Se trata de construir estructuras en las que desarrollar estrategias de intervención para combatir las vulnerabilidades y forzar una vincularidad diferente".
    Para Urribarri "es una responsabilidad del Estado con el excluido". Opina que el programa tiene injerencia en cuestiones de seguridad e inclusión social e insiste en el arte como recurso para desarrollar políticas de modificación cultural: "Hubo varios casos de internos que decidieron terminar la primaria luego de aprender a leer para poder cantar las canciones", ejemplifica.